Israel, estado terrorista (Israel, terrorist nation)

Una vez más asistimos horrorizados a la desproporcionada reacción del estado de Israel frente a las acciones terrorista que sufre por parte de algunos desalmados palestinos.

Una vez más la comunidad internacional condena vagamente dichas acciones, y se muestra incapaz de atajarlas rotundamente, como corresponde.

Una vez más EE.UU. apoya las flagrantes violaciones de la legislación internacional por parte de su mayor aliado en Oriente Próximo, fomentando con su actitud la no resolución de un conflicto que ya dura décadas.

Israel, desde su creación, ha tenido que soportar y sufrir el terrorismo, en buena parte auspiciado por radicales islamistas y países árabes de su entorno. En ese contexto, se ha desarrollado un estado belicista, acostumbrado no sólo a convivir con la violencia, sino a aceptarla como un estilo de vida propio, completamente legitimado. De unos años a esta parte el equilibrio militar existente entre las partes (palestinos e israelitas) es completamente dispar: mientras los palestinos combaten con piedras y con proyectiles caseros los israelitas lo hacen con armas de última generación adquiridas a precio de saldo a los norteamericanos.

¿Cómo explicar las más de 300 muertes y cerca de un millar de heridos producidos en Gaza en los ultimos días? Por un lado Israel ha respondido con fuerza exagerada a las torpes y mezquinas provocaciones de Hamas; por otro, la proximidad de las elecciones hebreas hacen que el partido en el poder (Kalima) desee mostrar a los electores que es capaz de ser tanto o más violento que su opositor, el ultra-derechista Likud. Esto último sólo puede significar una cosa: que efectivamente los israelitas no sólo aceptan estas respuestas desproporcionadas y criminales, sino que las aplauden, en términos generales.

¿Cómo acabar con la masacre? Igual que se hizo recientemente en Líbano: desplegando inmediatamente fuerzas internacionales de interposición. Después será Obama el que tendrá que afrontar con valor y con decisión resolver este conflicto, origen de muchos de los males que asolan el planeta; aunque mucho nos tememos que el nuevo presidente electo de EE.UU. ande algo escaso de coraje.