sábado, 31 de enero de 2009
Crisis: somos culpables (Crisis: we are guilty)
Sí, nosotros también, cada uno de nosotros hemos contribuido con nuestro granito de arena al desbarajuste que se ha creado. Es cierto que no en la misma medida, lógicamente, que los ejecutivos de las grandes compañías (principalmente financieras y promotoras) o los miembros de los distintos gobiernos, pero nuestro pequeños males son los mismos que adornan a aquéllos.
Nosotros hemos solicitado préstamos por encima de nuestras posibilidades, hemos deseado enriquecernos en plazos mínimos de tiempo y sin esfuerzo, hemos ansiado tener no sólo una casa en propiedad sino dos, tres, cuatro... Luego hemos querido venderla en seis meses por el doble de su valor. Hemos adquirido vehículos portentosos, trajes de marca, cruceros y viajes, alimentos de diseño, muebles de importación... Nuestras tarjetas de crédito han sufrido como nunca, nuestros niveles de endeudamiento ascendieron hasta cotas insospechadas sin que nos ruborizásemos siquiera... El batacazo ha sido tremendo. El ajuste será brutal porque nuestra codicia ha sido desmesurada.
Afortunadamente todo regresará a la normalidad. Nos haremos más conservadores, calibraremos más nuestros gastos e inversiones, seremos más selectivos con nuestras compras y ahorraremos un poquito más por lo que pueda suceder... Nosotros ya hemos aprendido la lección, de la única manera que aprende el ser humano: con la experiencia. De momento estamos sufriendo pero ya estamos a salvo, como sucede cuando nos inyectan una dura vacuna... estamos a salvo hasta la siguiente generación.
miércoles, 28 de enero de 2009
Los dislates de "El Mundo" ("El Mundo"´s nonsense)
El Mundo es un periódico importante en España: de los de información general es el segundo tanto en número de lectores como en cifra de ventas. Cuenta además con un plantel de profesionales del periodismo y columnistas de reconocido prestigio que intentan hacer una labor digna cada día. Otro cantar es su línea editorial.
El Mundo se rige por unos curiosos lemas: todo vale con tal de vender periódicos, no dejes que la realidad (verdad) te estropee una buena noticia y sin complejos suceda lo que suceda. Episodios como el 11-M (y su paranoica vs. interesada teoría de la conspiración, en la que cabía media España) pusieron de manifiesto el escaso rigor y la total ausencia de moralidad de los responsables que dirigen este periódico. Es el mayor de un cúmulo de disparates y falsas acusaciones arrojados desde esas páginas (de las que también, haciendo honor a la verdad, han salido un puñado de acertados trabajos de investigación).
El último dislate es la posición editorial de El Mundo frente a los presuntos casos de espionaje habidos en la Comunidad de Madrid. Ha pasado, sin ningún rubor, de mofarse, a interesarse, a sumarse a la causa investigadora en apenas una semana. Sólo espero que sus lectores se percaten de tamaña extravagancia y lean su diario favorito como lo que es: una mitad rigurosa, una mitad de chiste.
El Mundo se rige por unos curiosos lemas: todo vale con tal de vender periódicos, no dejes que la realidad (verdad) te estropee una buena noticia y sin complejos suceda lo que suceda. Episodios como el 11-M (y su paranoica vs. interesada teoría de la conspiración, en la que cabía media España) pusieron de manifiesto el escaso rigor y la total ausencia de moralidad de los responsables que dirigen este periódico. Es el mayor de un cúmulo de disparates y falsas acusaciones arrojados desde esas páginas (de las que también, haciendo honor a la verdad, han salido un puñado de acertados trabajos de investigación).
El último dislate es la posición editorial de El Mundo frente a los presuntos casos de espionaje habidos en la Comunidad de Madrid. Ha pasado, sin ningún rubor, de mofarse, a interesarse, a sumarse a la causa investigadora en apenas una semana. Sólo espero que sus lectores se percaten de tamaña extravagancia y lean su diario favorito como lo que es: una mitad rigurosa, una mitad de chiste.
lunes, 26 de enero de 2009
¿La Gestapo de Aguirre? (Aguirre´s Gestapo?)
Hace algún tiempo Doña Esperanza Aguirre calificó de Gestapo a la Policía Nacional por haber llamado a declarar a unos militantes de su partido que habían intentado agredir al hoy Presidente del Congreso José Bono. Muy indignada se pasó semanas sacando de quicio el asunto y reclamando a diestro y siniestro responsabilidades.
Desde hace una semana el diario El País ha ido desvelando que desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se han encargado labores de seguimiento y espionaje, con o sin el conocimiento de la Presidenta (es algo que tarde o temprano terminará sabiéndose). Pero Aguirre no se da por aludida; el lunes se burlaba, el martes se mostraba preocupada y el jueves tiraba balones fuera e incluso se premitía amenazar veladamente a aquéllos que se atrevieran a sostener la acusación sin el respaldo de pruebas palpables. Lamentable.
Esperanza Aguirre tiene la mala costumbre de ver la paja en el ojo ajeno (Zapatero, Gallardón, Álvarez, Rajoy...) y soslayar la viga en el propio. Siempre resta importancia a los escándolos que le conciernen al tiempo que se escandaliza con cualquier menudencia ajena, en un alarde del populismo barato que manejan personajes tan denostados por ella como Chávez, por poner un ejemplo. Lo chistoso del asunto es que sus exageradas mofas hacia los demás suelen volvérsele en contra, cual boomerang, multiplicadas por dos.
Recordando estos días el triste episodio de Bono y las lacerantes palabras de la Presidenta en la Candena SER, me gustaría preguntarle ahora: ¿Qué tal le va a su Gestapo, señora Aguirre?
Desde hace una semana el diario El País ha ido desvelando que desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se han encargado labores de seguimiento y espionaje, con o sin el conocimiento de la Presidenta (es algo que tarde o temprano terminará sabiéndose). Pero Aguirre no se da por aludida; el lunes se burlaba, el martes se mostraba preocupada y el jueves tiraba balones fuera e incluso se premitía amenazar veladamente a aquéllos que se atrevieran a sostener la acusación sin el respaldo de pruebas palpables. Lamentable.
Esperanza Aguirre tiene la mala costumbre de ver la paja en el ojo ajeno (Zapatero, Gallardón, Álvarez, Rajoy...) y soslayar la viga en el propio. Siempre resta importancia a los escándolos que le conciernen al tiempo que se escandaliza con cualquier menudencia ajena, en un alarde del populismo barato que manejan personajes tan denostados por ella como Chávez, por poner un ejemplo. Lo chistoso del asunto es que sus exageradas mofas hacia los demás suelen volvérsele en contra, cual boomerang, multiplicadas por dos.
Recordando estos días el triste episodio de Bono y las lacerantes palabras de la Presidenta en la Candena SER, me gustaría preguntarle ahora: ¿Qué tal le va a su Gestapo, señora Aguirre?
sábado, 24 de enero de 2009
Soluciones al desempleo (Solutions to the unenployment)
Los datos arrojados ayer por la EPA asustan: más de tres millones de parados, con una tasa que ronda el 14%. Pero lo que más acongoja es la acelerada marcha de la destrucción de empleo.
En este pavoroso contexto, el Gobierno no debe limitarse a pedir, candorosamente, a las empresas que mantengan a sus empleados y que hagan políticas que impidan que el problema empeore; debe ser más proactivo.
Las medidas adoptadas hasta la fecha van en la buena dirección, pero son insuficientes. Desde El Editorial recomendamos encarecidamente facilitar a los ciudadanos los trámites y las ayudas para que generen su propio empleo: subvenciones, asesoramiento, avales y simplificación de trámites. Hay sectores que presentan grandes oportunidades de crecimiento, y que nuestro país no está atendiendo como debiera: energía, nuevas tecnologías y gestión del conocimiento.
Es responsabilidad de este Gobierno liderar el impulso que nos haga despegar como país hacia una economía competitiva y moderna, ofreciendo una alternativa a los sectores clásicos que marcan nuestros ciclos: construcción y turismo.
jueves, 22 de enero de 2009
El peligro de los Neocon (Neocon´s threat)
Las informaciones que esta semana viene publicando el diario El País acerca de la presunta labor de espionaje llevada a cabo con fondos públicos y dirigida por el Consejero de Interior de la Comunidad de Madrid Francisco Granados son un escándolo mayúsculo, y nos previenen de hasta dónde son capaces de llegar algunos con tal de obtener mayor poder o de mantenerlo.
Desde El Editorial animamos a los espiados (la mayoría en las propias filas del PP) a que presenten denuncias, pero también a que la Fiscalía actúe de oficio, ante hechos delictivos de tanto calado.
Los neocon ya han demostrado su desvergüenza y su baja catadura moral a la hora de hacer política. Ya lo ha repetido Aznar en varias ocasiones: "Sin complejos", es decir, traducimos nosotros: sin miramientos, sin remilgos de ningún tipo, lo importante es el objetivo, el fin. Son realmente personajes peligrosos. En este saco incluyo, por poner algunos ejemplos, a Bush, a Berlusconi, a Aznar y, por supuesto, a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Doña Esperanza Aguirre.
Las responsabilidades criminales tardarán; entretanto, el PP debería ocupaser de depurar ya mismo las políticas, pues de lo contrario el chapapote acabaría impregnando a todo el Partido.
martes, 20 de enero de 2009
¿Quién quiere ser Obama? (Who wants to be Obama?)
Hoy Obama asumirá la presidencia de EE.UU., el primer negro en hacerlo en la historia de ese país. Lo hará con una celebración extraordinaria, y con la esperanzas de medio mundo depositadas en él. Desde El Editorial ya hemos advertido en varias ocasiones que Obama es un fabuloso orador, pero que forma parte del establishment norteamericano, con todo lo que ello conlleva. También hemos señalado que, contrariamente a lo que suele comentarse en la prensa europea, Obama se encuentra a la derecha de Clinton, es decir, es un hombre bastante conservador para lo que se estila en el Viejo Continente.
Pero hoy vamos a defender a este hombre. Aunque parezca increíble, el supuestamente dirigente más poderoso del mundo estará bastante atado de manos: lobbies varios, intereses de su partido, apoyos recibidos durante su infinita campaña (primero para ser nominado y después para ganar), el propio sistema norteamericano, el Congreso, el Senado, las multinacionales, los poderes fácticos, la prensa... Demasiados frentes como para andarse con estridencias en un país en el que los giros bruscos de rumbo son duramente penalizados (en ocasiones con el magnicidio).
Obama tiene muchas cartas en la mano para defraudar a muchísima gente. Parte de la culpa es suya, porque su discurso celestial embauca y promete sin reparos. Parte es de todos nosotros, que buscamos encontrar al líder que supere nuestras miserias, que nos haga sentir mejor, que tire del carro para obligar a este mundo a ser un lugar más habitable. Pero un solo hombre no puede hacerlo. Cambiar este planeta requiere del esfuerzo de todos, y los que vivimos en el lado rico no deseamos que nada cambie demasiado.
¿Quién quiere ser Obama?
domingo, 18 de enero de 2009
Otra vez Berlusconi (Berlusconi again)
No hace ni un mes que hablábamos del caso de Eluana (la joven que desde hace 20 años permanece en estado vegetativo y cuyos padres desean deje de ser mantenida artificialmente con vida) y de la obcecación de Il Cavaliere por evitar el deseo expreso de sus progenitores.
Berlusconi tiene una manera de entender la política un tanto curiosa, que lo emparenta con personajes tan peligrosos y estrafalarios como Chávez o Putin. Mientras el primero es denostado por la derecha de nuestro país al primer ministro italiano se le ríen constantemente las gracietas. Es un personaje detestable, y muchas veces nos preguntamos cómo estará Italia para que sea capaz de ganar varias elecciones (dejando al margen su caso absoluto control de los medios de comunicación de dicho país).
Eluana debate su futuro en una vergonzante lucha que enfrenta al Gobierno italiano con la Justicia. Esperemos, por el bien último de ella y de su familia, pero también por el bien del Estado de Derecho, que triunfe la Justicia. Si no fuera así, nuestros amigos italianos seguirían deslizándose apresuradamente hacia el precipicio.
viernes, 16 de enero de 2009
El riesgo del BCE (ECB´s risk)
El Banco Central Europeo (BCE), en consonancia con la Reserva Federal de EE.UU., ha vuelto a bajar los tipos de interés, situándolos ahora en el 2%.
Esta es una medida positiva: bajando el coste del dinero los créditos serán más asequibles, bajarán las hipotecas y la actividad económica tenderá a incrementarse. Además, los recientes datos sobre la inflacción en la Zona Euro no parecen demasiado preocupantes.
Un 2% está bien. Incluso podríamos llegar, de aquí al verano, hasta el 1,5%; estaría dentro de lo razonable (aunque habría que ser muy cautelosos). Pero no más. En El Editorial ya advertimos que la FED había tomado una decisión muy arriesgada al bajarlos hasta el 0% (¡endeudamiento gratis!). El mercado y la ciudadanía suelen tener reacciones insospechadas ante este tipo de medidas. Esperemos que en Europa no se nos vaya demasiado la cabeza.
miércoles, 14 de enero de 2009
España y la energía (The energy and Spain)
El actual conflicto del gas que sustentan Ucrania y Rusia, que de forma indirecta está afectando gravemente a un buen número de países europeos, facilita hacer una reflexión acerca del modelo energético de nuestro país, en previsión de situaciones análogas que pudieran, esta vez sí, perjudicarnos.
España tiene serias carencias de recursos energéticos, y los pocos que guarece nuestro subsuelo resultan costosos de extraer o poco rentables de transformar. Esta coyuntura ha propiciado que nuestro país se haya puesto a la cabeza en la potenciación de las llamadas energías sostenibles (además nuestro clima y orografía lo facilitan). Es un camino que tenemos que apoyar, pero que tardará años en dar frutos y en ser verdaderamente provechoso. Entretanto, vivimos a expensas de terceros (con niveles de dependencia que rondan el 85%, muy por encima de la media de la OCDE), lo que significa que tanto el suministro como el coste de la energía que consumimos depende, a fin de cuentas, del capricho de los estados productores (la mayoría de ellos con gobiernos, como mínimo, de dudosa fiabilidad).
Entonces, ¿qué podemos hacer? Seguir apostando por energías renovables nos hará en el futuro próximo un país de referencia en estos recursos, por lo que por ahí hemos iniciado una buena senda. Pero, ¿y para los próximos 15 ó 20 años qué? Es seguro que gas y petróleo seguirán siendo en las siguientes dos décadas los principales resursos energéticos, y nosotros carecemos de ellos. ¿Hay alguna alternativa a corto plazo? Sí, la energía nuclear. Los progresistas nos hemos resistido durante años a esta alternativa, y el gobierno de Zapatero, en consonancia con las ideas de su electorado, está dando pasos para desmantelar paulatinamente las pocas centrales nucleares de las que hacemos uso. Pero los españoles seguimos necesitando la electricidad, y no estamos dispuestos a renunciar a su consumo (al contrario, lo incrementamos año a año). Mientras nos deshacemos de las centrales nucleares (¿tan dañinas?) en pos del ecologismo, no dudamos en plagar nuestros paisajes de generadores eólicos (que además de provocar un daño estético afectan al ecosistema, principalmente a vegetación y aves) o, en el súmmun de la hipocresía, comprarle a Francia energía eléctrica, ¡producidad en sus numerosas centrales nucleares!
España como país debe plantearse su modelo energético, no sólo a largo plazo (que lo está haciendo) sino también a corto. La energía nuclear es la solución más factible, económica, limpia y rápida para un país como el nuestro, extraordinariamente dependiente en esta materia. Desde El Editorial , y a pesar de nuestra posición progresista, sugerimos darnos de cuando en cuando un baño de realidad, si no deseamos naufragar en el fariseísmo.
lunes, 12 de enero de 2009
Obama en la encrucijada (Obama in the crossroads)
A una semana de que el presidente electo de los EE.UU. asuma su cargo siguen sin despejarse las dudas acerca de cuál será su postura acerca de los más candentes asuntos de la escena internacional.
Obama no ha tenido reparos en ir desvelando, poco a poco, algunas de las medidas que irá adoptando para paliar la crisis económica que padece su país y que asola medio mundo. Algunas, estamos convencidos, de las ya adoptadas, han sido consensuadas entre la adminastración saliente (republicana) y la entrante (demócrata).
Conforme pasan los días se han ido despejando algunas dudas, al tiempo que se esombrecían algunas esperanzas: ¿qué pasará con Guantánamo? ¿Y con Irak? ¿Apoyará el Presidente a Israel sin condiciones, como lo ha venido haciendo Bush hasta la fecha? ¿Qué papel jugará la ONU en el concierto internacional?
Obama en la encrucijada. Puede llegar a ser recordado no sólo como el primer negro que alcanzó la presidencia de EE.UU. sino también como un Gran Presidente. O puede quedarse, sencillamente, en el sueño de una noche de verano...
viernes, 9 de enero de 2009
Vergüenza internacional (International disgrace)
Pasan los días y poco o nada hace la Comunidad Internacional para detener el disparete y la sangría que Israel está provocando en Gaza.
El vergonzante silencio de la mayoría de la Comunidad Internacional (salvo excepciones, como la de nuestro presidente, Zapatero); el apoyo tácito de EE.UU. que además imposibilita una condena del Consejo de Seguridad de la ONU; la criminal hipocresía de los mandatarios judíos y el hastío del masacrado pueblo palestino son una estampa ejemplar de las miserias que asolan a nuestra civilización.
Sólo queda la respuesta contundente de las opiniones públicas de todos los países (especialmente de los desarrollados, que a fin de cuentas son los que pueden hacer algo en pos de una solución inmediata). Desde El Editorial hacemos un llamamiento general a medios de comunicación, asociaciones, colectivos y ciudadanía en general para que manifieste su contundente rechazo a esta ignominia criminal.
martes, 6 de enero de 2009
Violencia machista (Machist´s violence)
Se ha cerrado, en España, el pasado 2008 con un balance de 73 muertes (70 según el Ministerio de Igualdad) debidas a la violencia machista. Es un dato espeluznante.
Ya no podemos hablar de falta de denuncias: casi todas las asesinadas lo habían hecho de una u otra manera; además, la cifra de denuncias crece de forma imparable desde hace un par de años trimestre tras trimestre.
En este contexto, ¿qué se puede hacer para detener esta sangría? Desde El Editorial hacemos dos propuestas, una con efecto inmediato y la segunda más a largo plazo: el maltrato machista debe de ser penado de una forma más severa, y el entorno que proteja u oculte dicha criminalidad deberá de ser castigado también, como partícipe necesario de un hecho terrible; fomentar una educación (con asignaturas como la tan miserablemente denostada Educación para la ciudadanía) que fomente valores como el respeto, la solidaridad, la empatía y abandonen la equidistancia frente a los peligrosos comportamientos ajenos, sustrato en el que los malévolos se mueven con desfachatez a sus anchas.
Nuestro país, a través no sólo de sus políticos (que también) sino fundamentalmente de sus ciudadanos, debe demostrar a los violentos de toda ralea que no tienen cabida en nuestra sociedad actual.
sábado, 3 de enero de 2009
Colaboraciones (Contributions)
Nos alegra que los lectores de este Blog nos mande propuestas acerca de asuntos que consideran deben ser tratados desde un punto de vista crítico por El Editorial. Es algo que nos anima a proseguir con nuestra labor de análisis reflexivo de la realidad política y social.
Sin embargo, por contra, nos produce cierta desazón no poder atender las decenas de demandas particulares que llegan hasta nuestro correo. Las hay de toda índole, y agradecemos que se nos considere como un medio apropiado para solventarlas, aunque lamentablemente pensamos que posiblemente no seamos el cauce más adecuado. El Editorial nace con una vocación generalista, y aborda asuntos tanto de ámbito nacional como internacional; si nos llega un tema muy particular intentamos extraer de él aquello que nos permita construir un texto válido para muchos lectores. Esto no significa que nos olvidemos de dichas cuestiones, y tratamos de hacerlas saber a personas que pudieran aportar una solución a problemas específicos.
Por los numerosos emails recibidos y por lo dramático del tema, hacemos una excepción con un reciente correo de Dolors Dalmau (inmersa en un doloroso proceso de tutela de sus hijos), de Barcelona, que desea felicitar a la DGAIA (Direcció General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència), por su buena labor, que contrasta, según su opinión, con el pésimo trabajo de los Juzgados Tutelares de Menores, a los que acusa de falta de sensibilidad.
Le recordamos que pueden remitir sus colaboraciones y propuestas a:
cartas.editorial@gmail.com
jueves, 1 de enero de 2009
¿Genialidad? (Brilliant?)
La prensa internacional más prestigiosa (salvo contadas excepciones) sigue empeñada en alabar las bondades de la decisión alocada de la Reserva Federal de EE.UU. de dejar los tipos en una banda que va del 0% al 0,25%.
Audacia, genialidad, maestría... son algunos de los calificativos elogiosos que sesudos líderes de opinión dedican a la FED. Sinceramente, estamos perplejos. Ya comentamos en otro editorial que esta decisión puede tener a medio plazo terribles consecuencias, tanto para el Tesoro norteamericano como para el consumo interno.
Desde El Editorial defendimos, como una de las medidas más necesarias para aplacar la crisis, que los estados debían (empezando por Alemania) abandonar la ortodoxia más rígida e incrementar sus niveles de déficit. Así lo han entendido España, Francia o el Reino Unido. Pero insistimos en que las rebajas de tipos deben de ser moderadas, pues de otro modo nos conduciría a la misma espiral sin sentido que ha engendrado la actual crisis.
En tiempos de baja actividad es positivo que los Gobiernos la propicien con cargo a los fondos públicos. Entretanto, la sociedad gana tiempo para asimilar qué la ha conducido al desastre y, en ocasiones, es capaz de encontrar nuevas fórmulas de dinamizarse que excluyan los comportamientos fallidos de antaño.
La FED parece más preocupada porque la fiesta continue que por anular los mecanismos que han producido el caos en el que nos hallamos inmersos.
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