Los extremistas están encantados con el PP:
muchos militan en sus filas, donde encuentran acogida y
comprensión por parte de la mayoría de sus dirigentes;
otros, de diferente ideología, saben que mientras
exista en España una derecha tan mezquina
tendrán asegurado un buen caladero de votos de
personas horrorizadas y que reaccionan con posiciones
igualmente extremas.
Un ejemplo: jamás el independentismo ha estado
más fuerte en el País Vasco y en Cataluña que
cuando gobernó Aznar en su día,
y ahora que gobierna Rajoy.
La derecha de este país no es garantía de la
unidad de España:
es justo lo contrario, la causante principal de
su resquebrajamiento.
Patriotas de Pacotilla