Farsa en Madrid (Farce in Madrid)

La recién creada comisión de investigación en el seno del Parlamento de la Comunidad de Madrid, para investigar los casos de espionaje, es un sainete sin sentido y vergonzoso. Las limitaciones impuestas por Aguirre, añadidas al poder casi ilimitado que los madrileños le concedieron en las últimas elecciones, hacen que sea completamente imposible esclarecer algo de todo este turbio asunto.

Las comisiones parlamentarias tienen como fundamento arrojar algo de luz y dilucidar las posibles responsabilidades políticas. Por una cuestión tanto de ética como de estética suelen estar presididas por un miembro de los grupos de la oposición, y es costumbre conceder bastante libertad a los parlamentarios para que pregunten (habiendo alcanzado en ocasiones niveles casi grotescos, como en el caso de Aznar en la que tuvo como objeto el 11-M) a sus anchas, hasta darse por satisfechos. En la que nos ocupa nada de eso va a suceder, y con ello pretende Aguirre auto-exculparse (a ella y al Gobierno que preside): serán los principales sospechosos los responsables de tutelar la pantomima.

En esta situación, no se explica qué hacen los grupos de la oposición (PSOE e IU), aparte de de vociferar amenazas que no conducen a nada. Mantenerse en la comisión sólo les hace partícipes, como actores secundarios, de la bufonada. Les recomendamos que caso de no encontrar los imprescindibles puntos de consenso para desarrollarla eficazmente se aparten de inmediato de la misma, a menos que deseen ser cómplices de un acto bochornoso, para mayor infamia del parlamento madrileño.