EL TOQUE DE ATENCIÓN

Colaboración de Julen M. Ayuso (Vitoria-Gasteiz):

Muy bien. Perfecto...Transcurrido ese tiempo prudencial para el sosiego y la rememoración, digamos que todo se ha desarrollado a la medida de las pretensiones: la huelga general ha movilizado a cuantos participantes se deseaban . Hay que felicitarles, pues –y así lo suscribimos con naturalidad-, por su influencia sindical y el poder de convocatoria que han demostrado.

Ahora, bien: desde la veteranía del ciudadano andariego, es conveniente decirles, con permiso... , o mejor simplemente recordárselo, que todos los países tocados por la crisis mundial han debido promover el recorte del gasto público.

Que este contundente toque de atención deben asimismo trasladárselo sin renuencias a los desnaturalizados especuladores financieros que aprovecharon la situación, haciendo temblar a los trabajadores.

A quien se recreó inflando la burbuja inmobiliaria mediante horrorosas leyes del suelo, que luego perjudicaron a los trabajadores.

A empresarios inmisericordes con el trabajador que, forrándose primero, llevan a pique empresas tipo Marsans.

A las numerosas tramas corruptas – todas- tipo Gürtell en Madrid y Valencia, Matas en Baleares, Ripoll, etc. y sus protectores, defensores, amigos, comparsas y lameculos que nos están sacando los colores como país, distrayendo millones de euros del contribuyente trabajador y se ríen de nosotros a mandíbula batiente desde acomodos políticos.

Confiamos en que los próximos toques de trompeta vayan dirigidos, mediante huelgas ad hoc, a toda esa gente que, de veras, hace tanto daño a los trabajadores en general.

Esperemos que así sea, ya que, en este ocasión, dos fuerzas sindicales de izquierda han dado el paso suficiente para desestabilizar un gobierno socialista: lo que ansiaba la derecha sin exponerse, a la espera de que alguien le hiciera el trabajo. Ya está. La fuerza que representa al partido político más a la izquierda, puede así obtener algún rédito en las elecciones generales próximas, recuperando diversos votos de los en exceso perdidos en los últimos años. Poco más... Lástima. Pero la otra fuerza sindical llevada al evento, veremos adónde le conduce su impensable pugilato entre hermanos Aquí puede morir el progresismo. Lo que nos faltaba para volver al reaccionarismo ultramontano.

Y es que existe en política una regla universal, ortodoxa y positiva, que debiera sucederse. En este caso, las fuerzas de izquierda habrían de evidenciar que saben esbozar programas solidarios y verosímiles en común, levantar un foro vigoroso donde competir sin menoscabos y, de este modo, destruír el camino a la derecha. Lo contrario ha de ser calamitoso para el futuro de este país. Y lo será cuando se acaba de ensayar una jugada quebrantadora que esa derecha aplaude y disfruta desde la confortabilidad de su asiento en primera fila... Allá vamos, si no extendemos esos toques de atención al resto de los culpables de la crisis. Al igual que la Puerta de Alcalá, la derecha ahí está, viendo pasar el tiempo.