![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGoCjw1mJzIba56uaCOYm650rC6hsYeTnKtU23iWD-HvF_Z5N5q6MUmgwZ3P4tF8EAQX86_Mi1irP2Q1PRDRsub2yFhVV3kg_LatmkL5W0jiyjUYYx-OyeOGbuWycC2B70ZqB92APLBQ/s400/cambio-climatico.png)
Y ahí radica el problema: el cambio climático es demasiado intangible, su amenaza es silenciosa, aunque lentamente se haga palpable... lo hace lo suficientemente lentamente como para que nos neguemos a admitirla.
Además, no nos engañemos, luchar contra el cambio climático supone renunciar: al aire acondicionado, a la calefacción, al coche, al avión, a determinados detergentes, a energía barata, al desarrollo... Cosas demasiado "importantes" como para merecer la pena hacer un sacrificio.
A fin de cuentas, el pato de nuestros infinitos desmanes lo pagarán otros...
No hay comentarios:
Publicar un comentario